Pues sí. De vez en cuando conviene hacer algunas precisiones sobre el castellano peninsular y el español universal.

Ahora que parece que el hablar una lengua correctamente es una cuestión que se plantea en reuniones especializadas, pero que se olvida en la práctica, creo que vendrá bien comentar alguna cosita.

Por ejemplo, es habitual oir en la calle y, sobre todo, en los medios de comunicación, frases como «hasta que no vengas no empezaremos la reunión«. Ciertamente, significa que cuando llegue el que falta empezará la reunión, pero analizando la frase, la reunión debería empezar inmediatamente, porque la condición «que no vengas» indica ausencia o no venida, y eso ya ocurre cuando se está hablando. La dicción correcta sería cambiando la posición de la negación: «hasta que vengas no empezaremos la reunión«, lo que equivale a «cuando vengas, empezaremos», que es realmente lo que se quiere decir.

La confusión se produce por la existencia de una frase parecida, pero radicalmente distinta: «Mientras que estés aquí, hablaremos».

«Hasta que» en el primer ejemplo. «Mientras que» en el segundo.

«Hasta que» indica que es necesario que, más adelante, se cumpla una condición para que se realice algo, y, si esa condición es negativa, para que no se realice.

«Mientras que» indica que ya se está produciendo la condición, y por tanto la realización se estará llevando a cabo hasta el momento en que esa condición deje de cumplirse.

En fin, de esas cosillas es de lo que hablaremos de vez en cuando. Hoy le toca a los signos diacríticos, que es el nombre pretencioso de aquellos signos que, puestos en una palabra, hacen que su significado sea radicalmente distinto al de esa misma palabra sin el signo diacrítico. ¡Bueno, vale: sin el acento, que es el nombre suele darle la gente!.

Y como sería farragoso de explicar letra tras letra, incluyo en Uso de diacríticos una tabla PDF ilustrativa.

¡Que aproveche!

-AELPON-Alfredo Vílchez

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