Ante la riada del 29 de octubre de 2024 en Valencia, causada por una Gota Fría (llamada modernamente DANA —Depresión Aislada en Niveles Altos—) se habla de responsabilidades políticas regionales, Carlos Mazón, y nacionales, Pedro Sánchez, pero los medios no hablan de otro responsable, otra en este caso: Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Se especula en los periódicos con que la motivación del viaje de Sánchez a la India era no estar en España cuando se llevara a cabo la sesión de control del Congreso de los Diputados, y, de camino, abrirle nuevos espacios de negocio a su esposa. Ciertamente, era una visita inusual, porque, en un caso sin precedentes, prescindió de los diplomáticos de Exteriores, cuando en estas visitas siempre ha ido un Secretario de Estado, o un Director General del ministerio (1).

Pero lo que ya no es una especulación, sino una certeza, es que Sánchez prolongó trece horas su visita indiana después de haber recibido la noticia de la tragedia. O quizás su ministra de Transición Ecológica no le advirtió a tiempo.

La cuestión es que tenía el Fálcon de emergencias con él, pero no lo usó, sino que volvió en el Airbús del Ejército del Aire que también le acompañaba, y haciendo una escala de 3 horas en Omán, duración excepcionalmente larga para un repostaje. ¿Sólo para no estar en la sesión de control del Congreso? ¿O la tragedia le hizo ver, en su desquiciada mente, la posibilidad de aprovecha el suceso para eliminar a Carlos Mazón, cargándole las culpas de la no adecuada reacción ante el evento, cosa de la que sin duda también le habían informado?

Sólo podemos juzgar sus actos, no sus pensamientos, pero precisamente eso es lo que ha demostrado con lo que ha hecho desde que se puso delante de un micrófono en España, además de olvidarse de que, como Presidente del Gobierno (?), tenía capacidad para haber movilizado al Ejército, con sus hombres y sus medios, para minimizar las víctimas y procurar que la vida volviera a la normalidad, dentro de los posible, en las zonas afectadas. Aunque parece que no le pareció políticamente adecuado hasta una semana después. Además, dijo aquella insensatez que demuestra su sectarismo: no puede mandar ayuda a Valencia si no le aprueban los PGE (no pensó eso cuando dispuso de 16.000 millones con créditos extraordinarios para mandar armamento a Ucrania, sólo por su decisión)

Pero dejemos a Mazón y a Sánchez ante los comentarios que están haciendo y seguirán haciendo los periódicos y las instituciones, y volvamos al tercer personaje poco nombrado hasta ahora en esos medios.

Teresa Ribera es la delegada del Globalismo en España, la fiel ejecutora de las políticas del Pacto Verde de la UE que busca reducir a España a un país de servicios, sin agricultura, devastada por incendios y riadas como esta, que hubieran podido evitarse sin su prohibición de limpieza de montes y cauces, sin sus canallescas multas por intentar hacerlo, y por su política de destrucción de presas y azudes para “que los ríos fluyan libremente”. Alguien ha dicho recientemente que sería partidario de esa política cuando Holanda deje “fluir libremente el mar por sus artificialmente desecados terrenos” (2).

Pero de Teresa Ribera no se habla. Por cierto ¿han caído ustedes en la cuenta de que su apellido significa “Franja de terreno regada por un río” (RAE)? A lo mejor su desvarío ecológico no responde a su obediencia globalista, sino a un impulso inconsciente de linaje.

Dejémonos de ironías literarias, y vayamos a la realidad. Recientemente un ingeniero de Caminos, Luis Rivero, ha afirmado que sin las presas realizadas en España (en el régimen anterior, se entiende) sólo podrían vivir cinco millones de habitantes en el país (3) ¿Comprende usted, doña Teresa? Los embalses menores que ya ha destruido, y los mayores que piensa destruir con el argumento de que ya tienen muchos años y son inseguros, en realidad son vitales para el ecosistema humano español, quizá menos importante para usted que el de los truchas, carpas y resto de animalitos de río.

No voy a recordarle lo que creo que sabe, pero sí voy a comentarle a los que no saben lo que usted sabe, algo sobre presas y azudes.

Los azudes hacen una labor de desviación de aguas, y, por tanto, de disminución de la corriente (RAE “Azud: barrera hecha en los ríos con el fin de facilitar el desvío de parte del caudal, para riego y otros usos”). El que se usen para regadíos no tiene nada que ver con esa función reductora, y si se eliminan……… pues eso.

Las presas, como su nombre indica, “apresan” (represan, se dice) el agua, con lo que, además de aquello del nuevo ecosistema, disminuyen su velocidad y decantan su contenido en barros y elementos vegetales, que quedan sujetos por el muro de hormigón. Y si el caudal es demasiado elevado, lo que salta por encima de la presa es agua sin un gran porcentaje de los restos, ahora decantados, que traía. Sucesivas presas, disminuirán la velocidad del curso y la cantidad de elementos arrastrados.

Su ecologismo de salón, pretende destruir presas y azudes, pero, como ya hemos dicho, también prohibir que se limpien los cauces. Las cañas y la vegetación crecen donde hay un subsuelo húmedo; ese subsuelo se mantiene más que el de alrededor, aunque no haya agua en el cauce o barranco. Y crecen. Las gentes de los alrededores solían utilizar las cañaveras para usos agrícolas, y el resto de la vegetación para alimentación del ganado o como recurso maderero. Pero su Agenda 2030 impide ese uso, bajo fuertes multas, por lo que no se han limpiado. Cuando el agua crece no tiene en cuenta la prohibición, y arrastra todo lo que encuentra, con lo que van acumulándose los residuos hasta que obstruyen las salidas naturales, y un fuerte caudal se convierte en una tromba que duplica su potencia. Además de muebles ¿qué es lo que has visto acumulado en los pueblos? Ramajes, cañas a montones, y restos vegetales.

No tiene más que ver las imágenes de los amontonamientos de ramas y cañas en medio de las ciudades valencianas, y algunos vídeos con la angustia de conductores a los que las cañas no les dejan salir en plena riada, para saber las consecuencias de sus medidas.

Por eso usted y su dañina obsesión son también culpables, si no el principal, de la ruina de una región de España y sus víctimas. incluso ciñiéndonos exclusivamente al plano medioambiental y dejando de lado otras “casualidades”.

 

Pero usted no escarmienta, y la Confederación del Júcar, que depende de su ministerio, ha hecho desaparecer de su web los datos de la corriente de la riada del Barranco del Poyo (5), y, para justificarse argumenta que la corriente se llevó el caudalímetro (4). Absurdo. un aparato par medir el caudal lo arrastra el caudal. Si no es ineptitud de su personal, cosa que no creemos, sólo puede ser sugerencia política de quien está más arriba, y clara demostración de que usted y su jefe siguen teniéndonos por tontos a los ciudadanos, aunque hay que reconocer que algún motivo sí tiene, porque algunos les siguen votando.

Y si a lo que usted facilitó, le unimos el cálculo exclusivamente político de su jefe de gobierno, tendremos una imagen del desastre ocurrido.

Aunque, desde luego, no hay que olvidar la incompetencia de múltiples administraciones que han permitido la edificabilidad en zonas inundables, y que no han tenido en cuenta que los trazados urbanos están orientados de norte a sur, es decir, son perpendiculares a los cauces del agua, por lo que son, en sí, unas barreras. El otro día comentaba alguien en la televisión que su abuela vivía en una zona inundable, pero lo sabía, y construyó su casa con una puerta delante y otra detrás, y los elementos indispensables para la vida los tenía en el piso alto. Así, cuando venía una riada, el agua discurría por la casa, no chocaba con ella. Esto es muy simple, porque se trata de una vivienda únicamente, pero es un ejemplo de cómo debía estar orientado el urbanismo si es inevitable la ocupación humana.

Este último aspecto, por lo arraigado, es difícil de deshacer. Mucho más fácil sería que usted, Teresa, y su jefe, pensaran en trabajar para el pueblo español en vez de para sus ambiciones, pero para eso haría falta un milagro, y ustedes son contrarios a que existan ¿verdad?

Alfredo Vílchez

Ciudadano de esto que aún se llama España.

 

Historial de riadas, cuando aún o se habían inventado el mantra del Cambio Climático

Llovió más que ahora en la que provocó el desbordamiento del Turia en 1957 (para lo que luego se desvió el cauce). En la posterior de 1982, que rompió la presa de Tous, cayeron 1.000 l./m2. Pero incluso en ambas, las víctimas fueron mucho menores.

 

(1) (TheObjective, 2-11-2024

(2) Enrique Calvet, ToroTV, programa El Gato al Agua, 5-11-2024

(3) TheObjective, 31-10-2024

(4) El Mundo, 5-11-2024

(5) Un barranco es una pendiente abrupta en una ladera o meseta, generalmente abierta por la erosión fluvial, pero que no tiene por qué llevar agua cíclicamente. Si ocurre esa temporalidad de flujo acuático, son torrenteras o ramblas, términos que indican esa periodicidad frecuente (por eso el agua “arrambla” con lo que encuentra), estén o no en el fondo de un barranco.