Tras complicaciones técnicas, limitaciones asimilativas y algún percance físico sin importancia, vuelvo a retomar el blog, y lo hago con un antiguo texto, en la categoría «Saco de Versos», en la que iré reflejando aquellos poemas que más me gustan de autores de todos los tiempos. Quizá incluso incluya algunos míos, aunque, naturalmente, sin la menor pretensión de igualdad. Y qué mejor que hacerlo con el que dicen ser el mejor madrigal de la historia de la literatura española, escrito a mediados del siglo XVI por Gutierre de Cetina.
Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay, tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.